El video ya está disponible en YouTube. En él se puede ver un tablero infinito de ajedrez, donde dos motores de inteligencia artificial se baten el cobre jugando a la vez un infinito número de partidas. Con infinito número de piezas.
Por explicarlo de otra manera, es como si pusieses uno junto a otro cientos de tableros de ajedrez y todos empezasen a jugar a la vez. Cuando una de las partidas se termina y un rey cae abatido, las piezas supervivientes se trasladan al tablero colindante para seguir la partida y ayudar a su bando, ya sean las blancas o las negras.
Es una enorme batalla protagonizada por fichas de ajedrez, de la que solo pueden hacerse cargo dos motores de Inteligencia Artificial que, según afirma el artífice del video, “son mejores jugando que cualquier humano en la Tierra”.
El creador de esta infinita contienda es Lex Fridman, un investigador especializado en Inteligencia Artificial que trabaja en vehículos autónomos, la interacción entre humanos y robots y el aprendizaje automático en el MIT.
El proyecto Stockfish
Según detalla Genbeta, Fridman utiliza en su video infinito dos Stockfish 14. Stockfish Chess es un potente motor de ajedrez de código abierto que ha conseguido en varias ocasiones despuntar en las competiciones de su categoría.
El proyecto Stockfish comenzó con el motor Glaurung de código abierto, cuyo autor es Tord Romstad. En noviembre de 2008, Marco Costalba bifurcó el código de Glaurung 2.1 e introdujo Stockfish 1.0. Stockfish es gratuito y se distribuye bajo la Licencia Pública General GNU versión 3 (GPL v3).
El software de Stockfish que Fridman usa para los dos contrincantes de esta partida que puede ser infinita, ha ganado varios torneos de motores de ajedrez, incluida la superfinal TCEC 21, la Copa TCEC 9 y el Computer Chess Championship for Fischer Random Chess (Chess960).
Más de 25 años desde la derrota de Kaspárov
La relación entre el ajedrez y la Inteligencia Artificial no es nueva, e incluso podría considerarse antigua si tenemos en cuenta la velocidad de los avances tecnológicos. Hace más de 25 años que Deeper Blue, el superordenador desarrollado por IBM, venció al por entonces intratable campeón del mundo, el ruso Garri Kaspárov.
Hoy cualquier smartphone que tenemos en nuestras manos es más potente que aquella máquina que derrotó al maestro soviético, pero las máquinas han seguido su evolución imparable y ya ningún humano se enfrenta a ellas. Tienen su propio torneo, el Computer Chess Champion, en la que compiten entre sí. Y aunque la última competición la ganó StockFish, otras IA como AlphaZero –desarrollada por Google- se encuentran ya a un altísimo nivel, siendo capaces de manejar cualidades que creíamos exclusivas de los humanos como la intuición, la creatividad y la capacidad de arriesgar.