¿Por qué queremos que la IA nos hable con la voz de Scarlett Johansson?

Bien empleada, la IA favorece el desarrollo de la comunicación, el autocuidado, la empatía, el entendimiento y la complicidad con otros. Sin embargo, su uso desproporcionado nos puede volver más dependientes, aisladas e irritables.

Pedro Fernaud

Periodista

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Scarlett Johansson.
Scarlett Johansson.

La inteligencia artificial (IA) está transformando de manera muy significativa las relaciones personales al facilitar la comunicación y mejorar el entendimiento mutuo, pero también plantea desafíos notables. Herramientas como los asistentes virtuales y los traductores automáticos permiten una interacción más fluida y accesible entre personas de diferentes culturas y lenguas. ¿Qué informes y datos respaldan los beneficios de la IA en la mejora de las relaciones personales? Un estudio de Pew Research Center en 2021 constató que el 72% de los usuarios de tecnología creen que las herramientas de IA han mejorado su capacidad para conectarse con otros. En esa dirección de mejoras impulsadas por las nuevas tecnologías, se ha verificado que aplicaciones de citas basadas en IA, como Tinder y Bumble, utilizan algoritmos avanzados para emparejar a personas con intereses y valores similares, mejorando de este modo la probabilidad de formar relaciones de valor.

Sin embargo, la dependencia excesiva de la tecnología puede disminuir la calidad de las interacciones humanas, reemplazando la conexión emocional genuina con respuestas automatizadas. Además, la privacidad y la seguridad de los datos personales se ven comprometidas, generando desconfianza en la intimidad de las relaciones. En resumen, aunque la IA ofrece mejoras en la comunicación y el acceso a la información, es crucial manejar su uso para preservar la autenticidad y la profundidad de las relaciones personales. Según un informe de MIT Technology Review, el 50% de los usuarios de aplicaciones de mensajería prefieren interactuar con un asistente de IA en lugar de con una persona real para resolver problemas simples, lo que podría erosionar las habilidades de comunicación interpersonal. Además, las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales son crecientes, ya que la recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos personales por parte de las aplicaciones de IA pueden generar desconfianza en la construcción de lazos de intimidad de ese tipo de relaciones. Aunque la IA ofrece avances significativos en la facilitación de la comunicación y la creación de conexiones, es crucial gestionar su uso cuidadosamente para preservar la autenticidad y la profundidad de las relaciones personales.

El viudo japonés informático que ilustra los peligros de la IA en nuestra vida

El impacto de la inteligencia artificial (IA) en las relaciones personales queda ejemplificado en la historia de Akihiko Kondo. Kondo, de 41 años, se casó simbólicamente con el holograma de Hatsune Miku, una cantante virtual. Sin embargo, dos años después, la empresa responsable del holograma, Gatebox, dejó de prestar el servicio, dejándolo de esta manera "viudo por muerte informática", como detallan en el diario El País. La historia de Kondo ilustra un fenómeno creciente: la sustitución de relaciones humanas por interacciones con agentes robotizados y programados.

¿Por qué los asistentes modelados de IA están generando un creciente interés entre los usuarios? ¿Hasta qué punto pueden mejorar nuestra vida? Tony Prescott, investigador de la Universidad de Sheffield, sugiere que la IA puede mitigar la soledad, proporcionando compañía personalizada y recíproca. Alineada con esa tesis funciona un informe del Laboratorio de Consumo e Industria de Ericsson, que recoge el dato de que el 50% de los usuarios de IA creen que las personas podrían simular matrimonios con IA para prever cambios o evitar el divorcio, y el 71% considera que esto sería beneficioso. En esa misma visión optimista sobre las ventanas de oportunidad que abre la IA en el desarrollo de las relaciones personales se enmarcan las reflexiones de Jaime de Jaraíz, presidente y CEO de LG Electronics España, para quien “la IA no va a sustituir a los seres humanos, sino que mejorará nuestras relaciones al liberar tiempo para enriquecer la interacción humana”. En esa línea, pone algunos ejemplos para ilustrar ese cambio: “con la llegada del 5G, la capacidad de la IA para adelantarse a las necesidades humanas se potenciará aún más, haciendo que el manejo de dispositivos en el hogar sea más intuitivo y menos demandante de tiempo”.

Sin embargo, Matthias Scheutz, profesor de ciencia computacional de la Universidad de Tufts, advierte que los robots sociales pueden causar daños emocionales a niveles profundos al reemplazar las complejidades de las interacciones humanas. En ese sentido, investigadores tan reputados como Amelia Glaese, de OpenAI, buscan formas de evitar que la IA cause daños físicos o emocionales.

La voz de Scarlett Johansson, el deseo de conexión y el fantasma de la soledad

La humanización de la IA presenta, en cualquier caso, retos de calado. Por ejemplo, en los últimos tiempos ha cobrado especial relevancia la voz con la que los responsables de ChatGPT-4 han querido presentarla en sociedad, con una voz similar a la de Scarlett Johansson, lo que agrega otra capa de complejidad, puesto que, como quedó de relieve en la película Her (2014), la seductora voz de la intérprete estadounidense, combinada con la sofisticación del algoritmo informático, acaba haciendo que el protagonista se enamore de ella, desechando otras opciones de relaciones románticas con mujeres de carne y hueso, lo que comporta un dilema importante, ya que cabe la posibilidad de que cada vez más personas opten por enlazar sus existencias con la compañía de un asistente virtual…

En esa línea, Shannon Vallor, experta en ética de la inteligencia artificial, señala que estas relaciones sin fricciones “carecen de los valores humanos, lo que podría desalentar el desarrollo personal y fomentar la dependencia emocional”. El caso es que los asistentes virtuales, al simular ser interlocutores de confianza, pueden manipular las decisiones y creencias de los usuarios, lo que plantea serios riesgos sobre la coacción y dependencia emocional que pueden generar los algoritmos en los usuarios que la emplean.

Más allá de juicios de valor, lo que resulta constatable es que (IA) está transformando las relaciones humanas, especialmente en el ámbito del romance y el flirteo. Algunos ejemplos en el sector de las aplicaciones ilustran esa tendencia. Dmitri Mirakyan, un científico de datos, creó YourMove.ai, una app que utiliza ChatGPT3 para ayudar a los usuarios a iniciar y mantener conversaciones en aplicaciones de citas, ya que encontraba bastante complejo el proceso de ligar de manera natural. El caso es que YourMove.ai crea respuestas ingeniosas y mantiene el interés de los interlocutores. ¿La pega de este ingenio algorítmico? Pues que sus usuarios a veces se sienten como impostores, al delegar sus habilidades seductoras en la IA.

Otras aplicaciones de corte parecido también están ganando popularidad entre el gran público. Rizz, creada por cuatro estudiantes de ciencias de la computación, funciona como un asistente de IA para ligar, aunque tiene dificultades para articular expresiones convincentes de ironía y humor. Replika, otra app de IA, también opera en ese campo. Inicialmente fue concebida para ser un amigo virtual. Sin embargo, en virtud de los usos que le daban los usuarios, se convirtió en un "amante perfecto" para muchos. Sin embargo, tras registrarse incidentes de acoso sexual durante su uso, se limitaron sus funciones románticas, lo que causó mucha frustración entre algunos de sus usuarios. Por su parte, Character.ai permite crear y personalizar bots con patrones de discurso específicos. Aunque la plataforma intenta limitar su uso como pareja sexual, muchas personas persisten en esta práctica.

Lo que parece evidente es que el deseo de conexión y el temor a la soledad son factores clave que explican por qué las personas se enganchan a estos bots. Expertos como David Auerbach advierten que la interacción con la IA “puede devaluar las relaciones humanas, ya que estos sistemas refuerzan características computables de los usuarios, reduciéndolos a etiquetas. En ese sentido, las aplicaciones de IA avanzada pueden ser amantes ideales: sin expectativas ni necesidad de reciprocidad, proporcionan una proyección convincente de fantasías románticas ejecutadas por máquinas”.

Pautas para un uso responsable de la IA para mejorar las relaciones personales

En este punto del relato, conviene trazar una serie de recomendaciones para emplear la IA de una manera más intencional y proporcionada.

Cultivar relaciones significativas que complementen el uso de la IA: más allá de las aplicaciones que empleemos de IA para fortalecer nuestras relaciones personales, resulta crucial mantener y fomentar conexiones valiosas con amigos y familiares en el mundo real. En ese sentido, no está de más recalcar que la tecnología no puede reemplazar el apoyo emocional que aportan las interacciones cara a cara. Además, cuando se sienta la necesidad, el apoyo psicológico puede ser otro camino interesante para desarrollar esa clase de relaciones. No en vano, la terapia, ya sea en línea o presencial, puede ser una herramienta efectiva para abordar problemas emocionales y de salud mental, proporcionando así un espacio seguro para expresar los deseos, dudas y preocupaciones y recibir orientación profesional.

Establecer límites de uso que favorezcan un uso más saludable de la IA: controlar el tiempo que dedicamos a la inteligencia artificial y la tecnología es esencial para evitar la dependencia excesiva. En ese sentido, resulta muy valioso establecer horarios específicos para desconectarte de dispositivos y redes sociales, y dedicar ese tiempo a actividades que fomenten las relaciones presenciales, como salir con amigos, practicar deportes o simplemente disfrutar de una conversación en persona. Se trata de hábitos que mejoran el bienestar general, al reducir el estrés y la ansiedad vinculados con el uso excesivo de la tecnología.

Evaluar y proteger la privacidad: revisa regularmente la configuración de privacidad en tus redes sociales y aplicaciones de IA para asegurarte de que tus datos personales estén protegidos. Al proteger tu privacidad, no solo te proteges a ti mismo, sino también a las personas con las que interactúas, creando un entorno digital más seguro y confiable.

Encontrar un equilibrio entre el mundo digital y el real: es fundamental equilibrar el tiempo dedicado a la interacción digital con las relaciones humanas en el mundo real para evitar el aislamiento social. En esa dirección, resulta recomendable participar activamente en actividades comunitarias, hobbies y encuentros sociales que nos permitan conectar con las personas de manera directa. Este equilibrio contribuye a mantener una perspectiva saludable sobre la tecnología y a disfrutar de los beneficios de las relaciones humanas, como la empatía, el apoyo emocional y una comprensión más profunda de la realidad.

Cómo serán las relaciones personales en el futuro, según Chat GPT

En este artículo de la revista Muy Interesante se detalla el análisis que establece ChatGPT, modelo de lenguaje avanzado conversacional que marca la pauta respecto a cómo se articula la IA, respecto a cómo serán las relaciones sociales en el futuro, en el que se apuesta por el hecho de que la tecnología seguirá transformando nuestras interacciones sociales, permitiendo que se desarrolle una comunicación instantánea a escala global pero también presentando desafíos como la adicción a las redes sociales y la superficialidad en las relaciones. Frente a esos riesgos, el famoso algoritmo propone fomentar conexiones auténticas. Además, alerta de que el trabajo y la movilidad, influenciados por la globalización, podrían dificultar la formación de relaciones personales consistentes debido a la distancia geográfica, aunque también ofrecerán oportunidades para relaciones interculturales enriquecedoras. También resulta muy estimable señalar cómo los cambios demográficos, como el envejecimiento de la población, harán que las relaciones intergeneracionales cobren más importancia y que las estructuras familiares sean más diversas. La salud mental y el bienestar serán aspectos centrales en las relaciones futuras, con un enfoque en el apoyo emocional y la empatía. La diversidad y la aceptación se incrementarán, promoviendo relaciones más inclusivas y respetuosas. Por último, la educación y el desarrollo personal se valorarán más en las relaciones, buscando conexiones basadas en intereses y valores compartidos para alcanzar objetivos personales y profesionales, lo que podría llevar a relaciones más satisfactorias y significativas.

Mientras se llega a ese posible escenario, la IA puede ofrecer ventajas significativas, como el apoyo emocional y el cuidado continuo, aunque su implementación requiere una supervisión constante para que no se produzcan daños a los usuarios.

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