Boston Dynamics, célebre por ser la compañía que su momento concibió el perro robot Spot, el brazo robótico Stretch o el humanoide Atlas, se ha sumado a Agility Robotics, AWRobotics, Clearpath Robotics, Open Robotics y Unitree para reivindicar las ventajas que para la humanidad comportan las tecnologías que desarrollan. En su comunicado, estos fabricantes alertan de esta manera de los riesgos que puede representar un uso inadecuado de sus creaciones, incluida la implementación de armas en sus ingenios.
"Creemos que agregar armas a los robots que se operan de forma remota o autónoma, ampliamente disponibles para el público y capaces de navegar a lugares hasta ahora recónditos, inaccesibles para la mayoría, donde las personas viven y trabajan, plantea nuevos riesgos de daños y graves problemas éticos", señala la carta abierta suscrita por las seis empresas.
Para ser coherentes con la denuncia de esos peligros, las seis compañías se han comprometido a no armar sus robots ni al software que posibilita la robótica avanzada. Así mismo, tampoco van a apoyar a otras empresas centradas en la inteligencia artificial que tomen esa dirección destructiva. Este compromiso lo amplían a la revisión de las aplicaciones que requieran los clientes que adquieren su tecnología, y a la exploración de tecnologías que contribuyan a limitar o aminorar estos riesgos.
El horizonte de cooperación entre androides y humanos que apunta la misiva
Por el contrario, valoran a los robots autónomos como "un gran beneficio para la sociedad" en tanto que compañeros de trabajo en la industria o en el hogar. "Estamos entusiasmados con un futuro brillante en el que los humanos y los robots trabajen codo con codo para abordar algunos de los retos del mundo", apuntan.
La carta abierta agrega un llamamiento a los legisladores y a otros actores de la industria tecnológica para que también "se comprometan de forma similar a no construir, autorizar, apoyar o habilitar la conexión de armamento a tales robots".