El nivel de implantación de la factura electrónica entre los diferentes sectores empresariales de nuestro país es muy desigual, según ha puesto de manifiesto el Estudio SERES de Implantación de la Factura Electrónica en España 2019.
De acuerdo con este informe, el sector servicios es el que más ha adoptado la factura electrónica tanto en emisión (64,06%) como en recepción (61,80%), con un aumento del 8,14% y el 3,35% respectivamente respecto a 2018. Le sigue Industria, con un 27,81% de empresas emisoras y un 28,07% de receptoras, pero con una reducción del 13,99% y del 8,61% respectivamente sobre 2018.
Por el contrario, el sector de la seguridad es el más reacio a implementarla y tan solo el 0,06% de las empresas emisoras de factura electrónica y el 0,07% de las receptoras pertenecen a este sector. Por número de facturas electrónicas emitidas, únicamente abarca el 0,09% del total nacional.
En opinión de Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM, estos porcentajes tan bajos "apenas son relevantes y reflejan la poca penetración de la factura electrónica en este sector, en el que encontramos bastantes actores y en el que se hace uso de tecnologías punteras. No obstante, todo apunta a que las cifras relativas al uso de la factura electrónica en este sector aumentarán de manera significativa en los próximos años".
Según el informe, la mayor implantación de la factura electrónica se encuentra en la mediana empresa, con el 41,96% en emisión y el 35,70% en recepción, seguido de la pequeña empresa, con el 27,49% en emisión y el 25,70% en recepción. En tercer lugar aparecen las grandes empresas, donde el 19,98% emiten facturas electrónicas y el 29,54% las reciben. Por último, el 10,57% de las microempresas emiten facturas electrónicas y el 9,06% las reciben.
Otros datos nacionales del estudio de SERES
El Estudio de SERES refleja que el número de facturas electrónicas procesadas creció un 13,51% en 2019 respecto a 2018 y alcanzó los 206.464.053 documentos. Del total, 171.773.817 documentos – un 6,1% más que en 2018 – corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 22.292.891 a operaciones entre empresas y las administraciones públicas (B2G) y 12.397.345 a ventas de empresas a particulares (B2C).
Por Comunidades Autónomas, las empresas de Madrid (36,69%), Cataluña (28,93%), Andalucía (9,17%) y Valencia (4,94%) lideran el ranking en volumen de emisión. Además, cabe señalar que Cataluña ha aumentado su cuota en un 17,77% respecto al año pasado mientras que Andalucía y Valencia la han reducido en un 0,67% y un 3,2% respectivamente.
El ranking de comunidades con mayor número de empresas emisoras de factura electrónica también está encabezado por Madrid (24,99%) y le siguen Comunidad Valenciana (11,48%), Cataluña (8,58%), Andalucía (8,26%) y Castilla y León (7,04%). En este caso, las tres primeras han bajado su cuota de 2018, que han ganado el resto de comunidades.
Madrid también es la comunidad en la que se registró el mayor volumen de facturas recibidas en 2019 (con un 29,22%). Le siguen Cataluña (24%), Andalucía (8,13%), Galicia (7,16%) y Comunidad Valenciana (5,81%), manteniendo todas ellas las posiciones del año pasado.
Respecto a las empresas receptoras, Madrid (18,62%), Cataluña (16,65%), Andalucía (9,02%), Castilla y León (8,26%) y Comunidad Valenciana (8,19%) ocupan las cinco primeras posiciones sin apenas variación respecto al 2018.
Beneficios económicos y medioambientales, y otras conclusiones
El Estudio de SERES también expone los importantes beneficios económicos y medioambientales que aportó el uso de la factura electrónica en nuestro país en 2019. Por un lado, que se ahorraron más de 1.600 millones de euros en la gestión de facturas emitidas y recibidas, y el equivalente en horas de trabajo de más de 442 años laborales. Y por otro, que se generó un impacto medioambiental positivo cercano a la superficie forestal del Parque del Retiro al eliminar el papel de facturas, sobres, etc. Según el estudio, el coste medio de recepción de una factura es de 7,22€ en papel y 2,27€ en digital, y en emisión de 4,45€ en papel y 1,64€ en digital.
Entre sus conclusiones, SERES subraya que 2019 fue un año clave para el uso de la factura electrónica en las contrataciones públicas europeas. Como motivo, señala la entrada en vigor de la Directiva 2014/55/UE, que establecía la obligación para las Administraciones Públicas de los países de la UE de poder recibir y procesar sus facturas electrónicas según el estándar europeo.
"El hecho de que los proveedores de las Administraciones Públicas comiencen a facturar de manera electrónica conlleva que el resto de empresas con las que mantienen relaciones comerciales también adopten la e-factura. Con la finalidad de facilitar al máximo este proceso, en España se puso en marcha la plataforma FACeB2B, a través de la cual los operadores económicos y particulares pueden remitir facturas a los subcontratistas de los contratos del Sector Público", explica la compañía.