La presencia de matemáticos en foros tradicionalmente ajenos a su competencia evidencia el cambio de rumbo de una profesión con amplias posibilidades. Por ejemplo, 'Un matemático lee el periódico' (1996), obra del divulgador John Allen Paulos, detalla los errores que cometen los periodistas cuando manejan porcentajes, cifras, estadísticas o resultados de encuestas. Muestra además las herramientas basadas en las matemáticas que sirven para analizar el contenido de un diario y calibrar su sensacionalismo u objetividad.
La capacidad de análisis de un matemático trasciende los círculos donde habitualmente desempeñaba sus funciones. La ‘invasión’ de la inteligencia artificial (IA) y los datos ha revalorizado el papel de estos expertos como data scientist o hacedores de algoritmos. Pero la manera de afrontar un problema y de visualizar la solución ha favorecido además que el mundo de la empresa fije su captación de talento en estos perfiles.
Modelos predictivos
Los modelos matemáticos analizan tendencias que pueden contribuir a la predicción de fenómenos naturales (clima, desastres) o sociales (el riesgo de un atentado terrorista, los precios de los combustibles, las variables en la Bolsa de valores o la propagación de una enfermedad). La aplicación de estos modelos a la estadística permite el establecimiento de patrones que anticipen los movimientos futuros.
Influyen además en el desarrollo de nuevas tecnologías, como los viajes especiales, con las simulaciones de todas las variantes. Estos procesos se utilizan también en la producción de vehículos, robots o de vacunas. El mundo de la empresa está situando a matemáticos al frente de la toma de determinadas decisiones y procesos, desde la logística a la distribución o al diseño de aplicaciones.
La estimación de su impacto sobre el PIB en España ronda el 10%. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este mes de abril a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA), las personas formadas en matemáticas tienen una tasa de paro del 8,22%. La tasa de empleo se sitúa en el 73,32% para licenciados y graduados.
Empleabilidad de los matemáticos
La revolución tecnológica sin tregua implica el aumento de la demanda de estos profesionales en diversas compañías que recurren a ellos en distintos sectores de su actividad. No solo se trata de gestión de datos, su presencia es requerida también para el Internet de las Cosas, la robótica, la IA, las telecomunicaciones, el desarrollo de software...
Sus capacidades no son comunes porque saben razonar de forma lógica y tienen en su currículum la formación necesaria para solucionar los problemas. Por eso han atravesado las posibilidades de su nicho y se buscan sus servicios para entidades financieras, consultoras, empresas de ingeniería, compañías de seguridad o en otros ámbitos, porque conocen las herramientas para optimizar recursos y planificar de la forma más eficiente.
Fichaje de talentos
Huawei es una de esas grandes compañías que entiende que sin talento no existe innovación tecnológica. Por eso hace tres años decidió incorporar a su compañía al genio francés de las matemáticas Laurent Lafforgue, que se unió a la nómina en la compañía de este tipo de especialistas. Nacido en 1966, a los 35 años ganó la medalla Fields de Matemáticas por su contribución a la teoría de los números y la geometría algebraica. Como no hay Nobel de matemáticas, la medalla Fields goza de tal consideración. Lafforgue ha destacado por sus aportaciones al mayor proyecto individual de investigación matemática moderna, el programa Langlands, también conocido como la Gran Teoría Unificada.
Lafforgue ha participado en la última edición del Huawei Connect 2024, celebrada en París (14-15 de noviembre) con el lema ‘Amplify Digital and Green Transformation’. Y lo hizo llamando la atención sobre lo raro que era su presencia en el estrado porque siempre ha sido parte del mundo académico, y señalando además que la mayor parte de su trabajo busca conectar las matemáticas y otras ramas del conocimiento, como la ciencia teórica computacional, especialmente orientada a la IA.
Durante su exposición en la Expo Porte de Versailles explicó que en la tecnológica chica para la que trabaja “pensaron que era bueno incluir a personas que hacían matemáticas puras, que podría ser útil para el desarrollo de la IA”. “Y ahora trabajo con otros matemáticos con el mismo campo de interés que yo”, añadió.
El poder de las matemáticas
“Los sistemas de software ―relató Lafforgue― están basados en algoritmos, procesos matemáticos de computación increíblemente elementales. Con principios más elaborados se podrán desarrollar otros tipos de IA”.
Confesó que se sorprendió de las personas con mente abierta con las que se encontró y apuntó que resulta “necesario para una compañía como Huawei dar espacio a la investigación fundamental, que va más allá del corto o medio plazo”.
Esta es la pregunta clave que se hace para la tecnológica, pero también para otras empresas: “¿Se puede permitir que determinadas personas trabajen en teorías fundamentales con la perspectiva de largo tiempo, cinco o diez años?”. Considera Lafforgue que “en realidad, la gente no es necesariamente consciente del poder de algo teórico como las matemáticas”.