Naufraga la alianza de redes sociales para combatir el terrorismo

Una investigación señala a Meta, Google, X y Microsoft como culpables del fracaso.

Antonio M. Figueras

Periodista y escritor.

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El Foro Global de Internet para la Lucha contra el Terrorismo no está erradicando la violencia de las redes sociales.
El Foro Global de Internet para la Lucha contra el Terrorismo no está erradicando la violencia de las redes sociales.

X, antes llamada Twitter, la compañía que lidera Elon Musk, ha abandonado el consejo del Foro Global de Internet para la Lucha contra el Terrorismo (GIFCT, por sus siglas en inglés), según revela Wired, que también informa que TikTok ha recibido el veto de la entidad.

Este organismo nació en 2017 como un consorcio de compañías tecnológicas para que las redes sociales tuvieran un foro donde compartir consejos y consejos y tecnología para limitar la propaganda terrorista en sus plataformas.

Contra la captación de adeptos

En el origen del GIFCT hay que situar al Estado Islámico (ISIS) disponiendo de Facebook, YouTube o Telegram para lanzar sus proclamas en busca de adeptos. Los Gobiernos de los principales países exigieron a las compañías tecnológicas que frenaran la difusión de este material explosivo.

En sus siete años de vida, el GIFCT apenas ha contribuido a erradicar los mensajes terroristas en las redes sociales. Según Wired la culpa tiene cuatro nombres, en concreto los miembros de su junta directiva, formada por Google, Microsoft y Meta y hasta poco tiempo también por X.

Bloqueo a TikTok

En marzo del año pasado, las cuatro grandes se reunieron para debatir sobre el posible ingreso de TikTok al foro. A día de hoy, la plataforma de origen chino teóricamente continúa pendiente de su aceptación. El veto tiene su razón de ser en la abstención de la mitad del consejo del GIFCT. En la misma época, los miembros de la junta rechazaron la admisión de la empresa matriz de PornHub.

La investigación de Wired también detalla el polémico proceso de recaudación de fondos y los efectos de la inexistencia de controles de calidad en su tan cacareado sistema de detección del extremismo violento. Wired ha hablado con personas vinculadas directamente con la organización, quienes han resaltado el fiasco de la gestión, hasta el punto de que en la actualidad hay más individuos radicalizados, sostienen.

Financiación

El GIFCT depende de las contribuciones voluntarias de sus miembros para la financiación de los 4 millones de dólares que gasta anualmente, que abarcan los salarios de los ocho empleados, investigación y viajes. Los archivos públicos disponibles indican que de 2020 a 2022 Microsoft, Google y Meta aportaron al menos 4 millones de dólares y X, 600.000 dólares. Otras empresas pertenecientes al foro no invierten nada.

Está previsto que desde el próximo año habrá una cantidad mínima que tendrá que abonarse. En función de la cantidad, así se dispondrán de un número de votos mayor o menor. Uno de los motivos de que X haya abandonado la dirección del foro es la decisión de Musk de no poner ni un dólar más.

Poco caso a los asesores

La poca transparencia del GIFCT también pesa en su balance. El organismo ha introducido pocas salvaguardas para evitar que las empresas borren erróneamente contenidos no violentos. Tampoco ninguno de sus  miembros revela el número de contenidos eliminados ni cuántas de las eliminaciones son recurridas por sus usuarios. YouTube sí reportó sus contribuciones a la base de datos: unos 45.000 hashtags el año pasado.

Aunque existe un comité asesor del GIFCT, Meta, YouTube, Microsoft y X no han aceptado con frecuencia las sugerencias. Un ejemplo: los asesores han pedido que se ponga el foco en las herramientas que limiten la supremacía blanca y las organizaciones de extrema derecha y en el estudio de la violencia en África y Asia. Consideran además que el extremismo islamista acapara una atención desproporcionada.