Si eres un aficionado a los temas digitales es probable que te suene palabra nomofobia. Su significado es el miedo irracional que sienten muchas personas a no disponer de móvil, bien sea porque la batería se ha agotado, se lo han dejado en casa o no lo encuentran. La palabra proviene del inglés, del acrónimo “no-mobile-phone phobia”, y al juntar todas las primeras sílabas de las palabras surge el término nomofobia. Su patología fundamental es el miedo a la desconexión.
La rotura del dispositivo puede ser también uno de los motivos que pueden producirla, y es, tal vez el más común, según un estudio elaborado por CertiDeal, una plataforma de control y venta de dispositivos reacondicionados. Hay que destacar que el 65% de los consumidores se ha visto a cambiarlo por culpa de una rotura.
La pequeña “tragedia”, como la definen los usuarios de CertiDeal, puede deberse a diversos motivos. Por ejemplo, el 25% afirma que el líquido ha sido el culpable de que se haya interrumpido el funcionamiento de su teléfono.
La mayoría de los usuarios afirma que el móvil les ha dejado de funcionar por culpa de una rotura, pero a un alto porcentaje se le cae a la taza del váter
En el ya mencionado informe se señala que un 21% de los compradores afirma haber tenido que deshacerse del dispositivo por haberse caído en la taza del váter, algo que puede resultar bastante cómico, aunque la mayoría de la gente conoce a alguien que le ha ocurrido. A un17% fue la bebida la que se le derramó por encima, y la gran culpable en la mayoría de los casos es la cerveza.
El verano y el agua son grandes aliados, puesto que con la llegada del calor no hay quien se resista a un chapuzón para mitigar las altas temperaturas. Y con en este escenario, un 5% de los compradores de CertiDeal afirma que el mar ha provocado deterioro del dispositivo, y un 7,9% reconoce haberse bañado con el móvil en la piscina o el jacuzzi sin darse cuenta. Alguno lo ha metido en la lavadora por no revisar los bolsillos.
El agua es uno de los mayores enemigos de la mayoría de los móviles, y no siempre funciona el truco del arroz. Se recomienda dejarlo en el arroz durante el mayor tiempo posible, sin intentar activarlo. La oxidación no siempre se puede remediar con el arroz.
Hay anécdotas muy curiosas sobre las roturas de móvil, desde el dueño de un perro que lo dejó inundado de saliva y no pudo recuperarlo, al cliente de un restaurante que pretendía posturear y se le cayó en la cubitera del vino al hacer la foto. El listado de anécdotas es interminable. Así como el de mensajes de nomófobos o simplemente personas ávidas de desahogarse contando sus penas.
Hay quien tiene sus trucospara que no se le rompa el móvil y los comparte: ojo a este, no tiene precio: unas tarjetas, un DNI y una moneda en la funda pueden ser la solución, padezcan o no nomofobia los precavidos.