Los empresarios de la industria digital agrupados en la Asociación Multisectorial de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Electrónica, Ametic, han presentado un “Mapeo del Ecosistema Español de Microelectrónica”, que ha identificado que, entre las casi 100 empresas nacionales, el 60% reconoce que el talento es el mayor obstáculo para su expansión e innovación. Luego, “la incertidumbre del plazo de retorno de la inversión y la dificultad para obtener ayudas públicas son los otros dos obstáculos más repetidos por más de la mitad de las entidades que han participado en el análisis”, indica el informe.
Para sortear esta dificultad, desde Ametic calculan que se necesitarán entre 600 y 700 nuevos profesionales al año, y junto al Mapeo han elaborado una propuesta de estrategia de formación para el sector en la que han participado 22 universidades, indica Europa Press.
En la actualidad, Europa produce el 10% de los chips que se fabrican en el mundo, y la Ley Europea de Chips se ha propuesto alcanzar el 20% de esa cuota para 2030 con el objetivo de rebajar la dependencia de otros lugares como Asia y Estados Unidos. En ese marco, España busca atraer inversiones para impulsar esta industria a través del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores, conocido como PERTE Chip.
Este proyecto implicará un incremento de trabajo que, según los empresarios de Ametic, sólo será posible afrontar con la formación e incorporación de nuevos profesionales al sector. “Sin talento no vamos a conseguir ningún objetivo", ha señalado el comisionado especial para el Perte Chip, Jaime Martorell.
Este plan tiene un coste estimado de 145,6 millones de euros, frente a los 80 millones de euros de dotación inicial dedicados a la formación en el Perte Chip, y aseguran que puede adaptarse tanto a un escenario en que se instale una fábrica de microchips en España como otro en el que no. De estos fondos, alrededor de 113 millones de euros se cargarían al presupuesto del Perte Chip y el resto de las inversiones se complementarían con aportaciones de las Comunidades Autónomas y las empresas.
En cuanto al destino de este capital, el plan de Ametic, estima que alrededor de 100 millones de euros se invertirían en la creación y actualización de laboratorios y equipamientos, tanto en la educación universitaria como en formación profesional.
El resto del presupuesto se asignaría a la contratación de 60 profesores ayudantes doctor en seis años, 120 profesores asociados y el lanzamiento de 80 contratos para doctorandos que investiguen en microelectrónica y en campos industriales, así como un programa programas de becas para másteres, FP dual y trabajos de fin de máster.
“Tenemos que ser capaces de poder formar a diferentes velocidades y niveles esas necesidades”, ha indicado el director de Industria Electrónica, Emprendimento y Desarrollo Territorial de Ametic, Eduardo Valencia, y ha calculado que en un plazo de seis años se podrían cubrir todos los segmentos de la cadena de valor.
El mapeo del ecosistema español
El informe elaborado por Ametic arroja que la industria digital en España cuenta con 62 empresas dedicadas a la microelectrónica, de las que el 76% se dedica al ámbito del diseño, mientras que un 14% son laboratorios de fabricación de circuitos integrados fotónicos o fabricantes de componentes semiconductores discretos. Por otro lado, un 5% son proveedores de materiales, un 3% de equipamiento y fabricación.
España cuenta además con cinco centros de investigación en microelectrónica y cuatro centros tecnológicos orientados a este campo.
Estas empresas venden sus chips especialmente al sector del espacio y defensa y la industria 4.0, seguida del a infraestructura digital y el transporte.
En la presentación de este informe, el presidente de Ametic, Pedro Mier, ha subrayado que la falta de talento es una dificultad regional que afecta a todos los países y que de no resolverse podría impedir el desarrollo de este sector tanto en España como en Europa. Mier ha destacado, además, que es la primera vez que se realiza un informe de estas características, lo que ha permitido identificar cuántas empresas componen el sector de la microelectrónica en el país, un paso fundamental para “saber quiénes somos y cómo elaborar una estrategia que fortalezca ese ecosistema”.