La relación entre cerveza y sol es de sobra conocida, al menos en España. Tendemos a consumir más cuando el calor aprieta y, según los datos del sector, el 31 por ciento del consumo de esta bebida se realiza en los meses estivales. Además, las regiones que lideran las ventas de esta bebida son las tradicionalmente más calurosas, como Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla.
Pero el sol puede hacer algo más que incentivar su consumo. Puede ayudar a producir la cerveza de forma más ecológica, o más eficiente energéticamente. Esto es al menos lo que plantea la cerveza Ámbar, del grupo Ágora, que ha anunciado el empleo de 4.000 placas solares para producir estas bebidas.
Ahora, el 25% de la energía utilizada para la producción de la cerveza aragonesa Ámbar será solar. Esta medida, además del ahorro en el consumo energético que supone para la compañía al tratarse de autoconsumo, evitará la emisión de 870 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera, el equivalente a la absorción que hacen 58500 árboles.
La capacidad energética total de la planta es de 3.057 MWh/año y su conexión arrancará en varias fases hasta completarse la totalidad en marzo del 2023. Este mes se ponen en marcha el 40% de las placas ubicadas en los tejados de las naves de almacenaje a las que seguirán luego las de envasado y filtrado hasta llegar a las 4000 unidades. Esta planta fotovoltaica -informa la compañía- es una de las instalaciones industriales más grandes de Aragón colocadas sobre techumbre en una extensión de 19.500 metros cuadrados.
El proyecto de la instalación de la planta fotovoltaica en la fábrica de Ambar en La Cartuja, ha sido llevado a cabo en colaboración con Endesa X. Ambas compañías están estudiando también otras actuaciones para descarbonizar y electrificar. La sustitución de consumos de gas por bombas de calor eficientes, la recuperación de calor para mejorar el rendimiento de los sistemas y otras plantas de producción fotovoltaica son algunos ejemplos que permitirán continuar con la reducción de emisiones.
España ocupa el segundo puesto en el ranking de consumo de cerveza de la Unión Europea, si bien es probable que el turismo tenga algo que ver en esta destacada posición. Por ciudades, cuatro urbes españolas se cuelan entre las 12 con mayor consumo del continente: Sevilla, Madrid, Barcelona y Málaga.
Este ranking, donde las ciudades españolas ocupan respectivamente los puestos 9,10, 11 y 12, está comandado por Praga (República Checa), a la que siguen de cerca Varsovia y Cracovia (Polonia). Frankfurt, Múnich y Berlín (Alemania); Venecia (Italia) y Helsinki (Finlandia) completan esta lista.