La ciudad más pobre de Castilla-La Mancha quiere construir el parque temático más grande del mundo

El proyecto está diseñado sobre una superficie de 3.300 hectáreas vertebrada por una vía de tren, y acogerá atracciones como tirolinas, bicicletas colgantes, pasarelas y puentes imposibles.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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Hellin. Imagen de Facebook del Ayuntamiento.
Hellin. Imagen de Facebook del Ayuntamiento.

Según los datos que maneja María Jesús López, concejala de Industria, Comercio y Turismo de Hellín, este municipio albaceteño es la ciudad más pobre de toda Castilla-La Mancha. Esta situación podría revertirse en los próximos años si sale adelante la construcción del Parque del Fin del Mundo, un recinto temático que se convertiría en el más grande del planeta. 

Este parque temático, de marcado carácter ecologista, quiere también dar un impulso a la ‘España Vaciada’, dotando de recursos a una población que hoy solo cuenta con una renta media de 450 euros por ciudadano. 

El proyecto está diseñado sobre una superficie de 3.300 hectáreas vertebrada por una vía de tren, y en su interior quiere acoger atracciones como tirolinas, bicicletas colgantes, pasarelas y puentes imposibles en un entorno de agua, cañones y minas. 

En esta localidad albaceteña es donde, tras 150 kilómetros de recorrido, el río Mundo vierte sus aguas al Segura, de ahí el sugerente nombre del recinto. Cabe señalar que el nacimiento de este río es uno de los monumentos naturales más visitados de Castilla-La Mancha. 

El proyecto, articulado en torno a una vía de tren hoy en desuso, constará de 12 apeadores tematizados y accesibles que mezclan aventura, paisaje y cultura. Según recoge El Español, los dos primeros estarán dedicados al patrimonio de Hellín con instalaciones inspiradas en las pinturas del Tolmo de Minateda y en construcciones emblemáticas de la localidad. 

Entre el tercer y el sexto apeadero, los turistas se bajarían del tren y entrarían en una zona dedicada a la aventura con un circuito de bicicletas, varias tirolinas de hasta mil metros de longitud, miradores en altura, pasarelas de agua y espacios de restauración tematizados con elementos ligados a Hellín como la Semana Santa, declara de Interés Turístico Internacional. 

A partir de la séptima parada, el parque continúa por el impactante cañón de los Almadenes que en su parte más angosta se estrecha hasta los cinco metros de anchura. Aquí, el proyecto recogerá un anfiteatro donde podrían celebrarse conciertos, un puente colgante de 65 metros y otro curvo inspirado en los famosos tambores de Hellín. La parte del cañón quedaría completada con una instalación de bicicletas colgantes. 

La décima parada está ubicada en la antigua estación de tren de Las Minas, cerrada cuando la vía entró en desuso. Aquí la idea sería remarcar por una parte el patrimonio ferroviario de la localidad con la instalación de vagones-restaurantes y por otro contar la historia de las minas de azufre y las casas-cueva excavadas en la roca por sus trabajadores en el siglo XIX. 

Una inversión de 80 millones de euros

El montante total de la inversión para poner en marcha este proyecto asciende hasta los 80 millones de euros, de los cuales los primeros 40 millones se pagarían en un plazo de cinco años. La construcción se completaría en 2033, con el pago de los 40 millones restantes.   

Los impulsores del Parque estiman que en una primera fase el recinto puede albergar entre 1,5 y 2 millones de turistas al año, que en un plazo de diez años podrían llegar a los 5 millones. Como referencia, fijan sus ojos en el Parque Xcaret en Riviera Maya (México), al que cada año se acercan en torno a un millón de visitantes. 

Así, el parque del Fin del Mundo buscará atraer turismo a una zona que hasta ahora no la tenía apostando por la economía circular, la utilización de materiales locales, la gastronomía y la sostenibilidad.