Las aves de las Islas Canarias representan una diversidad única. Hablamos de una fauna aérea integrada con especies endémicas adaptadas a su entorno volcánico y árido. Entre las aves más emblemáticas se encuentran el guirre, el petrel de Bulwer y el cernícalo primilla. Estas aves desempeñan un papel fundamental en el ecosistema de las islas y ofrecen unas características de gran interés, que favorecen su conservación. En este artículo se explica cómo Endesa está haciendo más halagüeño el futuro de esas aves.
Y es que la compañía energética se ha volcado en la construcción de entornos más amigables con el medio ambiente en Canarias. ¿Cómo lo hace? A través de diversas actuaciones aplicadas de manera específica en las líneas eléctricas, con el objetivo de preservar a la avifauna isleña, incidiendo sobre todo en aquellos entornos en los que habitan especies de aves particularmente protegidas y aquellas catalogadas en peligro de extinción. Para nutrir e impulsar esa dirección, cada mes de septiembre una representación de e-distribución de Canarias, la filial de Redes de Endesa, se congrega en Italia (la edición de este año tuvo lugar en Matera), en el evento que aúna a todos los expertos del proyecto Life Egyptian Vulture, modelado para posibilitar la protección del alimoche o guirre, como se le conoce en las islas. El reto es mayúsculo. No en vano hablamos de una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Cómo el proyecto LIFE crea entornos amigables con las aves del archipiélago canario
Este proyecto LIFE, alimentado con fondos de la Unión Europea y coordinado por la distribuidora de Enel en Italia, e-distribuzione, ha posibilitado a Endesa desarrollar en Canarias la adecuación de 220 apoyos de los tendidos aéreos de media tensión en las islas, con un presupuesto que se cifra en más de medio millón de euros. Se trata de una iniciativa que pone de relieve la enorme capacidad de sinergias que puede desarrollar la compañía energética. Para dimensionarlo: en Life han concurrido diversos organismos públicos de Italia y de Canarias, que han cooperado, entre otras actividades, en la difusión y habilitación de muladares para alimentación suplementaria, etcétera.
Acciones con las que se ha construido un entorno con más futuro para el guirre
El guirre es un ave rapaz endémica de las Islas Canarias, conocida científicamente como el Neophron percnopterus majorensis. Este ave resulta muy importante para Canarias debido a su papel ecológico como carroñero, función a través de la cual contribuye a la limpieza del entorno, al consumir carroña de animales muertos. Contribuir a la preservación del guirre representa una tarea prioritaria, debido a que esta ave está en peligro de extinción, y su protección es esencial para mantener el equilibrio del ecosistema canario. Además, esta ave rapaz también tiene un valor cultural y simbólico en las Islas Canarias, hasta el punto de que funciona como emblema de su biodiversidad única.
¿Y qué acciones concretas se están desarrollando para preservar su existencia? El experto en HSEQ (del inglés: calidad, salud, seguridad y ambiente)-Medio Ambiente, Rogelio Mesa, detalló durante el congreso celebrado en Italia las principales soluciones técnicas que se han desarrollado en las adecuaciones de los apoyos para mitigar el riesgo de electrocución del guirre en nuestras líneas. Principalmente, relató, se trata de medidas como la instalación de forrados y sustitución de alargaderas.
Endesa en Canarias también ha trabajado en la instalación de balizas reflectantes en más de 27 kilómetros de líneas eléctricas de la geografía canaria, un elemento mediante el que se pretende evitar colisiones con las líneas eléctricas. Precisamente, en las islas de Fuerteventura, territorio por excelencia del guirre canario, y Lanzarote en cuyo cielo también pueden avistarse cernícalos y cuervos canarios, es donde más se han extremado las medidas para evitar accidentes en las aves en su contacto con las redes eléctricas.
Las actuaciones realizadas estos últimos años en Canarias, especialmente en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, han fructificado en el hecho de que la población de guirres haya crecido de 311 a 450 ejemplares. Un incremento que se ha constatado desde el año 2017 hasta ahora.