La financiación sostenible en España en 2022 alcanzó una cifra récord de 60.134 millones de euros, con un incremento del 9% respecto al ejercicio precedente, según el informe anual presentado por Ofiso, el El Observatorio Español de la Financiación Sostenible.
Las condiciones adversas del mercado se han hecho sentir en todas las categorías de bonos. Sin embargo, los productos sostenibles han seguido ganando terreno en nuestro país. Si excluimos la financiación del Tesoro Público, el 21% de los bonos financiados pertenecen a una categoría sostenible, porcentaje que este año ha llegado al 54% en el sector Corporativo.
Los bonos verdes suponen 16.552 millones de euros en nuestro país, los sociales 2.000 millones, y los sostenibles 3.225 millones, sin que se registraran emisiones SLB en 2022. Los bonos verdes representaron el 76% del total de la financiación sostenible vía bonos.
Se evitaron 7,27 millones de Tm de CO2 equivalente, según los últimos reportes de impacto publicados en 2022 que alcanzan al 92% de los bonos verdes emitidos en el año 2021. Esto supone un incremento anual del 57% y equivale a las emisiones medias producidas por 1,5 millones de vehículos de pasajeros durante un año.
Los fondos captados a través de estos bonos se destinaron principalmente a tres objetivos medioambientales: energías renovables en un 40%, seguido por movilidad sostenible en un 25%, y proyectos de eficiencia energética en un 15%.
Los préstamos verdes, junto con los ligados a proyectos con un carácter eminentemente sostenible, y los ligados a indicadores de sostenibilidad sumaron en España en 2022, al menos 30.077 millones de euros, con un incremento del 64% según los datos públicos disponibles sobre este tipo de instrumentos financieros.
Los préstamos ligados a la sostenibilidad alcanzan este año los 18.958 millones de euros con un crecimiento del 33%, y concentran 2 de cada 3 euros financiados por esta vía. El informe destaca también que, en los últimos doce meses, el hidrógeno verde y la producción de baterías han visto desarrollarse iniciativas que pueden llevar a España a una posición destacada con importantes inversiones en los próximos años.
Tendencias en 2023
El estudio de Ofiso identifica también las principales tendencias en financiación sostenible para los próximos doce meses, donde pronostica un crecimiento mayor en la medida que se suavicen las incertidumbres y conflictos, avancen las iniciativas regulatorias, con mayores penalizaciones y sanciones, y se produzca un compromiso más ambicioso del sector privado en este terreno.
Las condiciones de mercado y de tipos de interés seguirán teniendo un marcado papel en cuanto a los plazos de las emisiones verdes y sostenibles. Las decisiones de los bancos centrales para frenar la inflación aún no han concluido, lo que dificulta la toma de decisiones de financiación.
El capital natural y la biodiversidad seguirán ganando peso en la agenda de los órganos de gobierno y en las carteras y objetivos de empresas, bancos e inversores, canalizando recursos adicionales hacia este tipo de actividades y proyectos a medida que aumentan las alertas y advertencias de los analistas sobre la necesidad de un mayor compromiso del sector financiero para proteger la biodiversidad.
Por último, los bonos sociales y sostenibles tendrán mayor protagonismo como instrumento para neutralizar los efectos de la recesión económica en la ciudadanía, respaldados por una mayor conciencia y presión social y de los inversores sobre gobiernos y empresas en aspectos como la cobertura sanitaria, vivienda social, educación e infraestructuras, igualdad de género, diversidad, e inclusión.
Esto –concluye el informe- debe ayudar a la incorporación de nuevas comunidades autónomas e incluso administraciones locales a este mercado en nuestro país