La mala situación de España en el entorno europeo en cuanto a sistemas de carga lastra el desarrollo de la movilidad eléctrica, según señala un estudio, el "eReadiness 2022", elaborado por Strategy&, la consultora estratégica de PwC al que ha tenido acceso Europa Press.
El documento incluye información sobre el estado de la electromovilidad en Alemania, Francia, Italia, Noruega, Suiza y Reino Unido y reporta, además, la opinión de 4.600 consumidores europeos sobre cuáles son los principales obstáculos para el crecimiento del vehículo eléctrico.
España se encuentra, junto a Italia, entre los mercados de electromovilidad menos desarrollados, según el estudio, y se sitúa además "muy lejos" de Noruega y Suiza, y por detrás de Reino Unido, Alemania y Francia.
En materia de infraestructuras, el informe revela que la principal debilidad para el desarrollo del mercado de movilidad eléctrica en España es la infraestructura de carga. Dentro de este concepto, se analizan factores cómo el número de puntos de recarga públicos por cada 1.000 vehículos, los puntos de carga rápida --por encima de los 150 kilovatios (kW)-- por kilómetro de autopista, el porcentaje de energía renovable que produce cada país o la relación entre coste de la gasolina y de la electricidad.
España cuenta en esta categoría con 1,3 puntos, en una horquilla que abarca desde el 1: poco preparado hasta el 5: muy preparado. Así, es el país menos maduro del grupo de los siete analizados junto con Italia. Los datos encajan con el último Barómetro de la Electromovilidad en España elaborado por Anfac, que cifra en 14.244 los puntos públicos de recarga eléctrica disponibles en nuestro país --más del 75% de ellos con una potencia por debajo de los 22 kilovatios (kW).
Damos más incentivos a la compra de vehículos eléctricos que Alemania, Suiza o Francia
En lo que respecta a los incentivos de los gobiernos, España se anota 3,8 puntos, destacando por los apoyos públicos a la compra de vehículos eléctricos (subvenciones, exenciones al pago del IVA, rebajas en el impuesto de matriculación y de circulación). En este punto se coloca por delante de Alemania, Suiza, Reino Unido, Italia y Francia y sólo por detrás de Noruega.
Dentro de la situación de la oferta se analiza el porcentaje de vehículos eléctricos vendidos en el mercado respecto a los coches de combustión, la depreciación de los cuatro modelos más vendidos en el país y la presencia de marcas que se dediquen, en exclusiva, a la comercialización de automóviles eléctricos. En este punto concluye que Noruega sigue siendo el país mejor posicionado, mientras que España e Italia se encuentran entre los más inmaduros.
El informe recoge el deseo de los consumidores de comprar vehículos 100% eléctricos y con batería recargable, el porcentaje de trayectos cortos -inferiores a 30 kilómetros- al día y los ingresos medios de los hogares y concluye que, desde el punto de vista del consumidor, los mercados óptimos para el desarrollo de la movilidad eléctrica se encuentran en Noruega y en Suiza.
Para Manuel Díaz, socio responsable de Automoción de PwC, "España tiene mucho trabajo que hacer en la próxima década si no quiere seguir a la cola de Europa en la transición hacia la electrificación, especialmente en el ámbito de las inversiones en infraestructuras de carga".