La NASA y la startup de energía ADC Energy USA han anunciado una "nueva forma de energía" que podría cambiar para siempre la forma en que se distribuye y consume la electricidad. Según sus desarrolladores esta nueva tecnología permite ahorrar millones de megavatios hora en redes eléctricas de todo el planeta y está lista para desplegarse ya.
“Es la mayor innovación que he visto en mi carrera de 50 años", asegura Terry Boston, asesor de la Casa Blanca y del Congreso de los Estados Unidos y ex CEO de la megaempresa de distribución eléctrica interestatal estadounidense PJM. Para Henry Lee, CEO de ADC Energy USA, este avance puede compararse a la revolución energética que en su día lideraron Thomas Edison y Nikola Tesla, a la que hoy quiere sustituir.
Esta tecnología, denominada "corriente directa alterna" (ADC), ha sido desarrollada a lo largo de cinco años de investigación y utiliza inteligencia artificial para minimizar las pérdidas de energía en las redes eléctricas. El proyecto ha sido liderado por el Dr. Narasimha Prasad del Centro de Investigación Langley de la NASA y validado por la misma agencia espacial.
La tecnología ADC permite que tanto la corriente alterna (AC) como la corriente directa (DC) operen en los mismos cables, eliminando la necesidad de conversiones de energía que suelen ser ineficientes y derrochan electricidad.
Beneficia especialmente a las energías renovables como la solar y la eólica, que actualmente enfrentan desafíos como la intermitencia y la producción ineficiente. Al eliminar la necesidad de conversiones de energía, ADC podría permitir una integración más efectiva de las energías renovables en la red eléctrica global.
Hoy se pierden milllones de megavatios hora
Para entender el impacto potencial de esta tecnología, es crucial considerar la cantidad de energía que se pierde actualmente debido a las conversiones de energía y las ineficiencias de la red eléctrica. Se estima que se pierden millones de megavatios-hora anualmente debido a las pérdidas en la conversión de AC/DC.
La clave está en los inversores que se utilizan actualmente, dispositivos que convierten la corriente continua (DC) en corriente alterna (AC). Un inversor con una eficiencia máxima del 95% puede experimentar pérdidas de hasta el 30% si todos los parámetros no están perfectamente optimizados. Su eficiencia puede disminuir hasta un 5% en condiciones como iluminar una sola bombilla por la noche.
Según destaca El Confidencial, las pérdidas totales atribuidas al uso de un inversor pueden alcanzar en promedio el 75%. Un ordenador, la televisión, el lavavajillas, todos estos electrodomésticos pierden energía. Con paneles solares, por ejemplo, se puede perder hasta un 40% de energía al pasar de corriente contínua a corriente alterna. Y después, cuando la AC se convierte nuevamente en DC por el cable de alimentación de un portátil, por ejemplo, se incurren en pérdidas adicionales de hasta el 75%.
Hay pérdidas por todas partes que podrían ser mejoradas por un sistema que quiere sustituir un modelo que ya lleva en vigor más de 135 años. “La ADC ya tiene soluciones listas y hay oportunidades sustanciales a corto plazo para avances como la carga rápida de vehículos eléctricos de bajo voltaje, la ampliación de la generación de paneles solares y la agricultura de interior sin conexión a la red”, asegura Henry Lee.