Hay consenso mundial en la necesidad de eliminar los plásticos de mares y océanos, pero no en la forma de hacerlo. Dos destacadas asociaciones conservacionistas, Ocean Care y Environmental Investigation Agency (EIA), acaban de presentar un informe en el que denuncian que los métodos empleados en la actualidad presentan más riesgos que beneficios.
Lo hacen justo unos días antes de que se celebre en Nairobi la tercera reunión para avanzar hacia la firma de un Tratado Mundial de Contaminación por Plásticos, el primero que existiría en el planeta. El encuentro comenzará el próximo 13 de noviembre y, a buen seguro, encontrará sobre la mesa unas conclusiones muy críticas hacia los métodos seguidos en la actualidad para limpiar de plásticos nuestros océanos.
Las organizaciones ecologistas piden a los gobiernos que se centren sobre todo en reducir la producción de plástico, en lugar de recurrir a soluciones rápidas que pueden tener repercusiones negativas más amplias.
Una de ellas –denuncian- es la creciente popularidad de los dispositivos o tecnologías de limpieza del plástico marino, cuyo objetivo es recoger y eliminar la contaminación por plástico del océano. La investigación ha identificado 38 tecnologías (en distintas fases de uso) que tratan de atajar este problema con medidas que incluyen drones y robots, filtros de arena y, sobre todo, las aspiradoras de superficie.
Además, las tecnologías de limpieza han sido reconocidas como un proceso intensivo en términos climáticos debido al combustible que utilizan. Según los investigadores, 200 dispositivos de limpieza basados en buques no limpiarían los océanos del mundo en más de 100 años de funcionamiento continuo, y además tendrían importantes repercusiones climáticas.
Otra de las principales preocupaciones es que el plástico y la vida marina suelen acumularse en las mismas zonas. En el Gran Parche de Basura del Pacífico, por ejemplo, las corrientes concentran plásticos y vida marina en las mismas zonas pequeñas. En Hawai, el 100% de las larvas de peces y el 95% de los plásticos flotantes se concentran en sólo el 8% de la superficie oceánica.
Tortugas y cefalópodos, en peligro
Otra de las preocupaciones de estas organizaciones son las capturas accidentales de animales que se están produciendo en proyectos como The Ocean Cleanup (TOC), creado para limpiar la Gran Zona de Basura del Pacífico. Denuncian que no solo no están cumpliendo las expectativas de limpieza, sino que tortugas marinas (incluidas especies en peligro de extinción), tiburones, diversas especies de peces y cefalópodos están perdiendo la vida en esta iniciativa de limpieza.
"Estos proyectos de limpieza parecen atractivos para el gran público, y también para los responsables políticos. ¿No sería estupendo contar con una solución tan fácil, en la que las 'aspiradoras de océanos' permitieran seguir trabajando como siempre? Pero aunque suene atractivo, es engañoso. Son ineficaces, requieren mucho capital, se ven falsamente como una solución y pueden incluso dañar la fauna marina", denuncia Ewoud Lauwerier, experto en política de plásticos de OceanCare.