La sede de la Real Academia Española (RAE), ubicada en la calle Felipe IV de Madrid, es un emblema arquitectónico que condensa la historia y vitalidad de la lengua castellana. Inaugurado en 1894 y diseñado por el arquitecto Miguel Aguado de la Sierra en estilo neorrenacentista, desde ahora cuenta con una iluminación exterior que se rige por criterios estéticos y que aplica las técnicas más avanzadas, posibilitando así una mirada diferente y remozada del edificio, su jardín y el monumento al humanista Andrés Bello, ubicado en la entrada.
Este proyecto, desarrollado por la Fundación Endesa, que este año festeja su 25 aniversario, es un excelente ejemplo del compromiso de la fundación por actualizar y poner en valor, a través de la faceta lumínica, el patrimonio histórico-artístico, acercándolo a la sociedad por medio de una nueva lectura, gracias a la innovación aplicada a la iluminación artística. En el caso de la iluminación exterior del edificio de la RAE con el empleo de la última tecnología representará un ahorro del 62% en el consumo de energía, lo que supone un hito formidable en términos de sostenibilidad, ya que ese ahorro se traducirá en que la Real Academia de la lengua dejará de emitir a la atmósfera casi dos toneladas de CO₂.
Ejes de la identidad histórica y cultural de la Real Academia de la Lengua Española
Ubicada en pleno barrio del Retiro de Madrid, a pocos metros de otros referentes artísticos y culturales como el Museo Nacional del Prado o la Iglesia de los Jerónimos, la presente sede de la RAE fue estrenada en 1894 por la entonces regente María Cristina, erigiéndose en la primera casa edificada expresamente para esta institución, que fue creada en 1713 y que tiene una trayectoria ya más de tres siglos al servicio del idioma español.
El encendido inaugural de los 31 puntos de luz dispuestos a través de 205 metros de línea LED fue desarrollado, a mediados de diciembre, por Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española, Juan Sánchez-Calero, presidente de la Fundación Endesa, y José Bogas, consejero delegado de Endesa, en un acto al que también asistió María Malaxechevarría, nueva directora general de la Fundación Endesa, cargo que concilia con el de directora general de Sostenibilidad de la compañía energética.
Tras evocar sucintamente la historia de la actual sede de la RAE, el director de la Academia, Santiago Muñoz Machado, destacó: “Entramos en una época en la que el edificio se va a hermosear mucho más. Lo vamos a poder disfrutar de día y de noche gracias al trabajo que ha hecho la Fundación Endesa”. Por su parte, Sánchez-Calero se mostró muy satisfecho de poder colaborar con la labor de “poner aún más en valor y embellecer un edificio que acoge a una entidad como la RAE. Proyectos conjuntos, como esta iluminación o nuestros talleres de literatura, nos posibilitan acercar la cultura a todos los públicos”. Una alianza entre ambas instituciones que se remonta a 24 años atrás, pues desde 1999 Endesa forma parte del Patronato de la Fundación pro-RAE. Hablamos de una apuesta cultural que también puso en valor José Bogas, quien señaló que la Fundación Endesa lleva ya “25 años trabajando con empeño en fomentar la cultura de nuestro país y preservar su patrimonio. Acumulamos ya más de 700 proyectos de iluminación en toda España, muchos en Madrid, donde nuestro compromiso con la ciudad se aprecia en las iluminaciones de monumentos y edificios como la Catedral de la Almudena, los museos Thyssen, Reina Sofía, Sorolla y el Arqueológico o la Biblioteca Nacional, a los que hoy se suma la sede de la RAE”.
Valores añadidos de la iluminación LED como la que ha puesto Endesa en la RAE
El caso es que la renovación de la iluminación en edificios emblemáticos es una práctica común para resaltar su arquitectura y mejorar su eficiencia energética.
Las nuevas tecnologías de iluminación LED, como la aplicada por la Fundación Endesa en la Real Academia Española, permiten una iluminación brillante y personalizada mientras reducen el consumo de energía y minimizan la huella ambiental. Entre las ventajas de las fuentes de esta clase de luz figura el hecho de que consumen menos energía en comparación con las tecnologías convencionales como las bombillas incandescentes o las lámparas fluorescentes.
Además, la durabilidad mejorada de las luces LED, que tienen una vida útil más prolongada, no solo aminora la necesidad de reemplazos frecuentes, sino que también minimiza la generación de residuos. La flexibilidad en el diseño es otra ventaja clave, ya que las luces de este tipoofrecen opciones de color y control de intensidad, permitiendo la creación de efectos personalizados para resaltar detalles arquitectónicos específicos. Además, la eficiencia energética de las luces LED contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, fortaleciendo así su impacto positivo en el medio ambiente. En esa línea, la tecnología LED no contiene sustancias tóxicas como el mercurio, presente en algunas lámparas fluorescentes, lo que minimiza los riesgos asociados con su desecho.
En síntesis: la renovación de las luminarias representa una triple mejora estética, tecnológica y medioambiental que posibilitará dejar de emitir casi dos toneladas de CO₂ a la atmósfera gracias a una reducción del 62 por ciento en el consumo de energía. Con esta remodelación, la RAE se agrega a la larga lista de instituciones culturales y monumentos que la Fundación Endesa ha iluminado en la ciudad de Madrid. Una nómina de fuste en la figuran instituciones tan renombradas como los museos Reina Sofía, Thyssen, Arqueológico o Sorolla, la Biblioteca Nacional o la Catedral de la Almudena. En sus 25 años de historia, la Fundación Endesa ha embellecido a través de la luz y la tecnología más de 700 joyas del patrimonio histórico-artístico en España, Portugal e Italia.