Las calderas de condensación queman el gas a menor temperatura, lo que se traduce en un mayor aprovechamiento energético del calor. Según la OCU, este ahorro puede cifrarse en un 18%, si bien empresas como Leroy Merlin lo sitúan en un 30%. Sea como fuere, es un ahorro considerable que viene acompañado también de otras ventajas como la reducción de pérdidas de humos o el aumento de la seguridad.
Por ello, desde distintas administraciones se viene impulsando la sustitución progresiva de calderas viejas por calderas de condensación, con subvenciones que llegan hasta los 350 euros en la Comunidad de Madrid. Un importe considerable si tenemos en cuenta que el valor de una caldera de condensación (contando su instalación) suele oscilar entre los 1.300 y los 1.800 euros.
Pero no queda mucho tiempo para solicitar estas ayudas. En algunas comunidades ya se han terminado, y en la Comunidad de Madrid, donde residen 6,8 millones de habitantes, acaban el próximo 31 de marzo. Para acceder a esta subvención es necesario que las ayudas no supongan más del 25% del coste del cambio de la caldera (IVA no incluido).
Además, los solicitantes deben cumplir los siguientes requisitos:
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Los aparatos deben ser nuevos, lo que se acredita mediante la factura correspondiente. Además, las calderas deberán ser de condensación y los calentadores deberán ser siempre estancos de bajo NOx.
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Las calderas y calentadores sustituidos serán inutilizados.
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Que la compra del aparato aparezca en factura junto a su instalación.
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Que la instalación se realice con una de las empresas instaladoras y empresas fabricantes adheridas al Plan Renove.
Las calderas de condensación aprovechan el calor del vapor de agua que se genera en la combustión. En las convencionales, este calor latente se pierde por la salida de humos. Además, la tecnología de la condensación reduce la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, por lo que se convierte en una buena opción para el cuidado del planeta.
Ahorro extra: termostato modulante
Más allá del ahorro energético que supone instalar una caldera de condensación, éste se puede incrementar mediante el uso de dispositivos como el termostato modulante. Como su nombre indica, estos artilugios modulan el rendimiento de la caldera, ya que están conectados de forma permanente.
En función de una serie de parámetros como la temperatura ambiente o la previsión de cambios en la temperatura, hace que la caldera adapte su esfuerzo. Así, trabaja a una mayor potencia cuando está a un margen mayor para alcanzar la temperatura deseada, sin llegar necesariamente a su máxima potencia, reduciéndose de manera paulatina conforme se acerca a la temperatura marcada.
Según Leroy Merlin, este ahorro se puede traducir en hasta 1.000 € a lo largo de la vida útil de tu caldera. Estos aparatos, además, pueden gestionarse desde el móvil si contamos con una conexión wifi, de manera que podamos encender la calefacción antes de llegar a casa o modificarla según nuestros planes.
Sin embargo, aunque son compatibles con la mayoría de calderas de condensación no lo son con todas, por lo que conviene leer detenidamente las instrucciones del fabricante antes de elegir el modelo.