Si tienes una cuenta abierta en TikTok y realizas videos para concienciar a la gente de la necesidad de frenar el cambio climático, probablemente seas un ‘Ecotoker’, aunque no hayas oído nunca esa palabra. No en vano, es casi tan nueva para algunos como la propia red de videos, aunque para la generación Z (los nacidos entre 1995 y 2009) sea prácticamente su principal medio de expresión.
EcoTok es un canal de la plataforma de intercambio de videos TikTok, en el que un colectivo de jóvenes influencers publica regularmente sobre temas relacionados con el medio ambiente y el clima, como la huella de carbono, el desperdicio de alimentos, la biodiversidad y el reciclaje.
El canal se puso en marcha en julio de 2020. El creador fue el estudiante de secundaria Álex Silva, de Las Vegas. Silva publica principalmente videos bajo el nombre de "ecofreako" en los que muestra sus intentos de llevar una vida lo más libre de residuos posible. A través de otra plataforma, Instagram, invitó a otros influencers a unirse al canal EcoTok.
Los EcoTokers crean contenidos de ritmo rápido, bandas sonoras pegadizas, bailes y subtítulos coloridos. El objetivo: conseguir el mayor alcance posible para sus mensajes ecológicos. No todos los creadores de contenido medioambientalistas están en este canal, pero sí son muchos los que utilizan esta red de gran alcance para difundir sus propósitos.
Este video de la activista Zahra Biabani resume a la perfección el pensamiento de los ecotokers. Según los datos recogidos en su charla TED, el 56% de la generación Z, la que tiene mayor peso demográfico a nivel mundial, piensa que la humanidad está condenada. También piensan que, aunque sus mensajes tengan cierto recorrido, de poco les va a servir si Joe Biden no les sigue en Instagram.
Es un escenario que invita a la inacción, al pesimismo, y a lo que hoy se conoce ya como ecoansiedad. Por eso mismo, para luchar contra apatía, nace el movimiento ecotoker. Que combina principalmente dos cosas: buenas noticias sobre el planeta con bailes y músicas pegadizas.
No se trata tanto de educar sobre los peligros del calentamiento global. Los más jóvenes ya han nacido con eso, están más que advertidos sobre los peligros medioambientales y hartos de oír proyecciones catastróficas. Lo que necesitan son buenas noticias, que les animen no tanto a luchar por algo en lo que sí creen, sino a enfrentarse a enemigos que creen demasiado poderosos. Y para ello no hay mejor ingrediente que la música y la alegría.
Por eso los ecotokers difunden sus mensajes mientras bailan. Un nuevo método de expresión, acorde a los tiempos que corren y que cuadra perfectamente con su audiencia. Una generación motivada para cambiar el planeta pero asustada ante los retos que eso supone, o ante los que ellos perciben como enemigos del cambio.
¿Puede TikTok influir en el mundo real?
La gran pregunta que se plantean algunos es, ¿puede TikTok influir en el mundo real? ¿O es un universo paralelo que no refleja la realidad o solo la de un determinado sector de edad? Lo cierto es que ya hay algunos casos exitosos de hacktivismo en esta red social. En junio de 2020, por ejemplo, cientos de usuarios adolescentes de TikTok admitieron haber participado en el intento de sabotaje de un mitin del entonces presidente estadounidense Donald Trump. Los usuarios se registraron para obtener entradas con el plan de no asistir, animando a otros a hacer lo mismo. Así, Trump se plantó ante unas gradas casi vacías.
En Indonesia, los jóvenes utilizaron la aplicación para denunciar las reformas de la legislación laboral. Decenas de personas salieron a la calle en protesta. Y tras el asesinato del estadounidense George Floyd, el número de videos con la etiqueta de #BlackLivesMatter (Las Vidas Negras Importan) se disparó en TikTok.
Para Sander van der Linden, profesor de Psicología Social en la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, y redactor jefe del Journal of Environmental Psychology, las campañas virales en las redes sociales pueden conducir a acciones concretas si contienen tres ingredientes clave: si ejercen "influencia social" desafiando abiertamente a los demás a participar, apoyan una causa moral y suscitan emociones.