Corren muchos bulos en la red sobre pueblos deshabitados que pagan dinero a los nuevos residentes que quieran vivir allí. Como el de Ponga, en Asturias, que tiene una base real porque durante un corto periodo de tiempo fue cierto, pero donde las subvenciones hace ya mucho que dejaron de estar en vigor.
Y sin embargo, aunque las ayudas directas sean cosa de leyenda urbana, sí que hay subvenciones y ayudas indirectas por trasladarse a vivir a determinados puntos del España rural. Entre ellos, el 41% de los pueblos que componen la Comunidad de Madrid. Es decir, todos aquellos que tienen menos de 2.500 habitantes.
Entre ellos, se encuentran poblaciones como La Hiruela (apenas 75 vecinos), El Atazar (107), Alameda del Valle (241), Patones (536), Cabanillas de la Sierra (874), Belmonte del Tajo (1.769), Montejo de la Sierra (372 habitantes), Lozoya (602), o Rascafría (1.736). En total, 73 municipios de los 179 que componen la Comunidad de Madrid.
Eso sí, como siempre en estos casos, lo primero que hay que hacer es leer la letra pequeña. Los fondos solo están destinados a menores de 35 años, y además, hay que estar viviendo allí un mínimo de 4 años. Quienes cumplen estas características obtendrán una deducción de hasta 1.000 euros en la cuota autonómica del IRPF. En este caso no hace falta comprar una casa, basta con alquilar o, en definitiva vivir en el pueblo en cuestión durante el año del traslado y los tres siguientes.
Hay una segunda subvención aplicable a quienes compren o rehabiliten una vivienda en alguno de estos pueblos, con independencia de su edad. La bonificación prevista es del 10% del precio de compra o reforma, con un límite de deducción anual de 1.500 euros.
Y hay una tercera ventaja para quien se traslade a un pueblo de la comunidad de Madrid. Una bonificación del 100% en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) para los inmuebles de segunda mano y en el de Actos Jurídicos Documentados (AJD) para los nuevos.
Es importante aclarar que las medidas no son excluyentes y la misma persona podría optar a las tres ventajas si cumpliese todos los requisitos, que básicamente son ser menor de 35 años y comprar una vivienda en uno de los pueblos señalados donde residir al menos 4 años.
Las ventajas aún no están en vigor, pero ya se dan por hechas al tratarse de un proyecto impulsado por el PP, que cuenta con mayoría absoluta en la cámara madrileña. Según informa El Mundo, estas ayudas formarían parte del eje de prioridades de la consejería de Vivienda, que ya trabaja en su desarrollo.
Falta saber exactamente cuándo se podrán pedir estas ayudas, pero cambiarse de casa y de vida no es una decisión que se tome de la noche a la mañana, así que conviene estar sobre la pista para poder tomar una decisión en los próximos tiempos si alguien decide moverse a un pueblo de menos de 2.500 habitantes. No se vaya a convertir en el 2.501 y se quede sin ayudas.