El crecimiento económico de la India es incuestionable desde hace ya poco más de una década. La región ha experimentado un impulso económico intenso y continuado desde la llegada al gobierno de Narendra Modi en 2014. El primer ministro indio ha conseguido ubicar a su país casi en el podio mundial de las naciones con mayor volumen económico y lo acompaña un incesante aumento poblacional. India lleva años disputando con China el título -que ya se concibe "al alimón"- de país con mayor número de habitantes. Entre ambos reúnen más del 35% de la población global e India parece querer adelantarle también en la carrera por constituirse como la potencia económica asiática. El proyecto indio, empero, dista mucho del de sus países contiguos en esa lista: el crecimiento ha sido constante, pero asombrosamente fugaz y el fenómeno requiere, cuando menos, una somera exploración.