Inteligente y blindado. Esa mezcla es la novedad que puede revolucionar la utilización de cristales especiales. Hasta ahora eran conceptos que seguían caminos separados, pero la innovación ha fusionado estos elementos. Todo nace por algo. El planeta asiste al peligro del desastre climático al tiempo que afronta desafíos energéticos sin precedentes. Por eso la búsqueda de soluciones sostenibles se convierte en una prioridad tanto a nivel personal como empresarial. La eficiencia energética se vuelve imperativa, y en este contexto los cristales inteligentes se muestran como aliados clave en la gestión medioambiental y el ahorro económico.
También conocido como vidrio inteligente o ventana inteligente cuando se usa en ventanas o tragaluces, su material puede ser electrocrómico (se activa mediante la aplicación de una corriente eléctrica), fotocrómico (se estimula por una fuente de luz intensa), o termocrómico (responde al calor). Se puede activar para que el cristal se convierta de opaco en transparente y bloquee de manera parcial la luz.
Privacidad y confort
Estos innovadores vidrios inteligentes o Smart Glass son conmutables para regular el paso de la luz exterior, proporcionando privacidad y confort, según las necesidades del entorno. Funcionan activando el interruptor clásico o por bluetooth, el control remoto, el teléfono móvil o por domótica. Con un dimmer (atenuador de luz) se puede controlar el grado de luminosidad.
Además ofrecen un excelente aislamiento térmico, lo que se traduce en un ahorro energético considerable. Resisten la exposición directa al sol y mantienen una alta transparencia cuando están encendidos, por lo que se limita la necesidad de utilizar el aire acondicionado y la calefacción.
Una característica destacada de los cristales inteligentes es su capacidad para adaptarse a las estaciones del año. Durante el verano, permiten el paso de la luz mientras bloquean el calor, contribuyendo a mantener el interior fresco y confortable. En invierno, actúan como un eficaz aislante térmico, reteniendo el calor dentro de los espacios habitados.
La tecnología detrás de los cristales inteligentes asegura un control preciso sobre la cantidad de luz y calor que entra en un espacio. Las consecuencias son la reducción de entre 3 y 5ºC de temperatura si se compara con el exterior.
Los cristales inteligentes se adaptan a una variedad de necesidades y entornos: oficinas y salas de reuniones (posibilitan la alternancia de espacios abiertos y luminosos con momentos de privacidad o para separar ambientes de trabajo), hospitales y centros de salud (por el carácter estéril y de fácil limpieza del cristal inteligente que impide la proliferación de bacterias), museos (delimitan espacios de manera discreta y pueden usarse como pantallas gigantes en las que se pueden retroproyectar animaciones o videos), escaparates (por su durabilidad y seguridad y las posibilidades creativas para mostrar productos), transporte (permite intimidad y protege ante roturas) y hogares (para aprovechar la luz natural y proporcionar intimidad al mismo tiempo).
Las fórmulas de instalación van desde la aplicación del polímero (PDLC, Cristal Líquido Polimérico Disperso) en autoadhesivo sobre el vidrio o laminado con vidrio y con cámara. Las moléculas que conforman el cristal líquido se mueven cuando se les aplica electricidad y se reorganizan. Como resultado, se consigue un cristal opaco que se torna transparente con el paso de electricidad.
El paso a un nuevo producto
Privacidad y seguridad son conceptos que suelen ir de la mano, pero hasta la actualidad no habían desembocado en un producto como este. Por eso merece destacarse la innovación de crear cristales inteligentes blindados. La empresa iTecVision, radicada en Marbella (Málaga), ha participado recientemente en la implantación de un cristal blindado inteligente en una sede en Madrid de una importante compañía.
Diego Alarcón, director de iTecVision, explica a Escudo Digital las características del cristal inteligente: “Este producto combina tres propiedades esenciales, que son privacidad, aislamiento térmico y acústico, y retroproyección”. La novedad ahora estriba en su capacidad de blindaje. “Al estar compuesto -señala Alarcón- por un panel LCD y un sándwich de PVC, el cristal blindado inteligente no solo ofrece privacidad y aislamiento, sino también una seguridad adicional que lo convierte en una opción aún más atractiva para aquellos que buscan protegerse en entornos vulnerables”.
El cristal blindado instalado en Madrid (son cinco cristales de 1,50 metros de alto por 1 metro de ancho) consta de un grosor de 33 milímetros dispuestos en varias capas pegadas (con cámara incluida alcanza los 49 milímetros). El marco del conjunto, fabricado por la alemana Schuco, también tiene propiedades antibala con sus correspondientes certificaciones. Este aspecto resulta fundamental porque los delincuentes suelen disparar a los marcos de los cristales blindados (que no suelen estar protegidos) para que se desprenda el cristal. El proyecto completo resulta especialmente idóneo para la custodia de documentación o de datos y marca un camino a seguir en el sector de la seguridad.
En cualquier encargo es el cliente quien perfila el grosor determinado, respetando, eso sí, las normas BR4, que es la certificación que demuestra que una bala no puede atravesar el cristal. “En este caso concreto recién montado -indica-, hemos añadido un cristal inteligente, más una cámara entre cristal inteligente y la parte blindada, con lo que se aumenta la protección del cristal blindado”. También se puede implementar el cristal blindado inteligente en una ventana con vistas al exterior. “Entonces -dice Alarcón-, los cristales llevan cámaras y protección solar por la parte posterior”.
Posibilidades
Sobre los beneficios añadidos de este producto, Alarcón dice que “una empresa que lo instale, frente a un cristal blindado normal, sale ganando la privacidad”. “Ahora podemos pasar a un blindado On-Off y eso es algo muy especial, porque se pueden desarrollar este tipo de artículos en muchísimos sitios que necesitan seguridad, pero también transparencia o translucidez cuando sea necesario”, apunta.
Las posibilidades del cristal blindado inteligente están en el comienzo de su exploración, pero a buen seguro que van a modificar los paradigmas del sector por su capacidad para proporcionar no solo seguridad, sino también privacidad y control, porque garantiza una protección óptima sin comprometer la visibilidad ni la estética, y por su versatilidad y efectividad en la protección de activos y personas.
“Un cristal inteligente blindado tiene otras aplicaciones, como las que pueden derivarse de la estrategia militar. También lo pueden utilizar entidades bancarias, personas con altas posibilidades económicas que estén en peligro o con el riesgo de encontrarse con problemas de seguridad”, sentencia Diego Alarcón.