Disfrutar de una segunda vivienda brinda la oportunidad de escapar de la rutina, recargar pilas y construir junto a los seres queridos recuerdos especiales en un entorno diferente. Además, para muchas personas puede servir como inversión a largo plazo, proporcionando estabilidad financiera y un refugio en tiempos de necesidad. Para que todo eso sea posible, no obstante, hay que asegurar antes la seguridad de nuestro segundo hogar. Sobre ese particular, el segundo informe del Observatorio Securitas Direct proporciona algunos datos valiosos, que ayudan a dimensionar la creciente importancia que representa garantizar la salvaguarda del segundo hogar.
6 de cada 10 españoles tienen su segunda vivienda en el ámbito rural
El hecho de que las segundas residencias estén la mayor parte del año deshabitadas las convierte en un objetivo muy apetecible para los intrusos, hasta el punto de que esa clase de propiedades sufren más del doble de intrusiones que las viviendas habituales, así queda de manifiesto en este informe, que lleva por título “La seguridad en los hogares españoles”.
En este estudio queda de relieve que casi una quinta parte de los españoles (el 19%) posee una segunda residencia. De ese porcentaje, el 83% cuenta con una residencia adicional, mientras que el 17% restante afirma disfrutar de dos o más. En ese sentido, resulta muy relevante el dato de que 6 de cada 10 españoles tienen su segunda residencia en una zona rural o en el campo (y la mayoría de esos propietarios vive habitualmente en la zona centro o en el norte de nuestro país). En este punto, resulta pertinente aclarar que una segunda vivienda en el entorno rural de España tiende a estar más expuesta a robos debido a la menor presencia de vecinos y sistemas de seguridad. Además, como factor de riesgo de vulneración de esos hogares, hay que señalar que la mayor distancia de las fuerzas de seguridad respecto a las viviendas y la menor vigilancia incrementan la fragilidad en términos de seguridad de estas propiedades. Además, la falta de ocupación constante facilita que los ladrones puedan actuar sin ser detectados fácilmente.
Por otra parte, las segundas residencias de playa representan el 45% del parque de viviendas de este tipo y sus propietarios son residentes en su mayor parte de la zona sur del país. El informe también desvela la frecuencia con la que se visita esta clase de viviendas y detalla que, aunque generalmente pasan la mayor parte del año vacías, casi un 41% de los encuestados afirma visitarlas en periodos vacacionales largos, como son las vacaciones de verano, la Navidad, y los puentes o festivos prolongados. El estudio también muestra que cerca del 27% de las personas preguntadas para el estudio hacen uso de esas segundas viviendas de forma más habitual durante los diversos fines de semana del año y un tercer grupo, de alrededor de un 10%, relata ir a sus segundos hogares al menos una vez al mes.
Ranking de regiones más seguras para disfrutar de una segunda vivienda
Las comunidades autónomas más seguras para las viviendas en España, de acuerdo a los datos de la Central Receptora de Alarmas de Securitas Direct, que gestiona 1,9 millones de instalaciones en España, son Galicia, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha y Aragón, que computan un menor volumen de intrusiones en viviendas (este dato se extrae de combinar el número de saltos de alarma reales e intrusiones por las zonas atendidas por la citada central)
Según este Observatorio Securitas Direct, las provincias más seguras de España para tener una vivienda (las que registran menor número de intrusiones) son A Coruña, Lugo, Ávila, Guadalajara y Ciudad Real.
Otro dato relevante del estudio del Observatorio de Securitas Direct es que dos de cada tres encuestados que tienen al menos una segunda vivienda considera que el temor primordial son las ocupaciones. Un miedo que se expresa en 32 puntos más que en el caso de las viviendas habituales. Además, un 44% de los consultados considera que las segundas residencias están en el momento actual en un riesgo mayor en comparación al de hace unos años.
Un servicio de alarma para las segundas viviendas
Esta preocupación tiene su incidencia en los motivos por los que se opta por contratar una alarma para proteger esta clase de inmuebles. Un 94% de los encuestados indica que ha puesto o pondría una alarma en su segunda residencia para eludir ocupaciones. De ese porcentaje, el 90% contrata estos dispositivos para prevenir un robo o intrusión cuando se encuentra fuera de su segunda residencia y el 84% lo hace también para evitar robos o intrusiones, pero estando dentro de la propia casa. Además de estas razones, el 11% instalaría una alarma para poder ver en todo momento qué sucede en casa, el 8% para solicitar ayuda en caso de emergencia y el 7% para disponer del recurso de un vigilante que pueda acudir cuando el propietario no pueda.
Medidas de seguridad más usadas para asegurar la salvaguarda de la segunda casa
Ocho de cada diez encuestados en el informe elaborado por Securitas Direct emplea alguna medida de protección para guarecer su segunda vivienda y más de un 70% de los interpelados afirma emplear más de una medida de seguridad para proteger su segundo hogar. En cuanto a los métodos que se utilizan para preservar esas segundas viviendas, las puertas blindadas son la primera medida de seguridad más empleada, lo mismo que ocurre con las primeras, por cierto. Le siguen las rejas en las ventanas y las puertas, así como las cámaras en el telefonillo. También es importante señalar que las alarmas conectadas a una central receptora de llamadas están en el top 5 de medidas más empleadas para proteger las viviendas. No obstante, casi un 19% de los propietarios de segundas viviendas indica no tener contratada una medida de seguridad específica para proteger su segunda vivienda.
En resumen: asegurar la seguridad de una segunda vivienda es esencial para protegerla de posibles robos y daños, garantizando la tranquilidad del propietario y preservando su inversión. Además, contribuye a mantener la integridad de la comunidad en la que está emplazada esa vivienda y a promover un entorno seguro en el área.