El 5 de abril de 1874 Edward Callahan, fundador de American District Telegraph (ADT), fue víctima de un robo nocturno en su casa que le llevó a crear una "caja de llamadas" basada en el telégrafo para enviar señales de ayuda a una oficina central. Pronto, conectó otras 50 viviendas del vecindario, formando así la primera red de sistemas de seguridad residencial. Y cuatro meses después, exactamente el 14 de agosto de 1874, American District Telegraph se constituyó en Baltimore.
Esa primera caja de llamadas ('call box'), con avisos muy similares a los de hoy en día (alarma, salud, policía, etc.), sentó los cimientos del modelo de negocio actual, basado en la detección de incidencias o alarmas, su transmisión a una unidad central y la consecuente respuesta.
El modelo de defensa del patrimonio o de la residencia frente a la reacción ya existía desde mucho antes, como en la historia de Rómulo y Remo, cuando Rómulo mató a su hermano por saltar el muro que delimitaba su mitad de Roma. Es lo que hoy llamaríamos "detección perimetral con respuesta inmediata".
Curiosamente, en lo que las empresas definen como "retorno a sus orígenes", American District Telegraph es una compañía que nació de una Central Receptora de Alarmas (CRA) y que en sus inicios se dedicó a las comunicaciones a través del telégrafo.
Ahora, el movimiento histórico es inverso: las compañías de telecomunicaciones están adquiriendo cada vez más protagonismo en el sector de las alarmas, especialmente en la expansión residencial. Algunos ejemplos de esta tendencia son Movistar Prosegur Alarmas, NOS Portugal, Telus Canadá y O+ Orange MasMóvil, asociada precisamente con ADT.
En el caso particular de ADT, es la marca más reconocida a nivel mundial en este sector, a pesar de pertenecer a dos grupos empresariales diferentes. Tal es su reconocimiento que incluso Google, una empresa presente en el 90% de los 1.400 millones de hogares en el mundo que tienen acceso a internet, adquirió en agosto de 2020 el 6,6% de ADT por 384 millones de dólares, con el objetivo de desarrollar sistemas de seguridad para el hogar.
En enero de 2022, Ford anunció su colaboración con ADT Security Services para ayudar a prevenir el crimen. La empresa conjunta, llamada Canopy, tiene como misión proporcionar monitoreo en tiempo real para automóviles, similar a lo que ADT ofrece tanto a hogares como a negocios.
El plan estratégico de Google Home es configurar, gestionar y controlar dispositivos inteligentes desde una sola aplicación, obviamente vinculada a Google. Google Home ya es capaz de controlar más de 50.000 dispositivos domésticos inteligentes, como televisores, luces, electrodomésticos, enchufes, termostatos, sensores, y otros muchos más.
Sin embargo, algunos servicios están regulados por el marco legal de cada país, ya que implican la respuesta de policías, bomberos, etc. (dispositivos homologados, instalados por técnicos autorizados y conectados a una CRA homologada). Por esta razón, Google ha formado una "alianza a largo plazo con ADT para crear la próxima generación de sistemas de seguridad para hogares. Inicialmente, Google combinará su sistema de altavoces inteligentes Nest con la instalación, servicio y red de monitoreo profesional de ADT, creando un sistema integrado. Este sistema, por el momento, solo está disponible en Estados Unidos".
Esto no parece que deba preocupar al resto del mercado, salvo cuando los altos ejecutivos de Alphabet Inc. (matriz de Google) anticipan al mercado bursátil que esperan alcanzar para 2040 una cuota del 15% (unos 210 millones de hogares) con servicios Google Home "tarificables", como las alarmas.
¿Y cómo planean lograrlo? A base de esfuerzo o, simplemente, comprando empresas, como cuando compraron YouTube por 1.700 millones de dólares o Motorola Mobility por 12.500 millones, acumulando un total de más de 200 adquisiciones empresariales.
Para una compañía valorada en 2 billones de dólares, no parece una tarea difícil, especialmente en un mercado que, con cerca de 60 millones de conexiones a CRAs, se espera que crezca a un ritmo anual del 6,5% hasta 2030, impulsado en gran parte por la expansión en el mercado de Asia-Pacífico. A menos que haya una revolución tecnológica, todo apunta a que las CRAs en general, y ADT en particular, también celebrarán su 200 aniversario.