La videovigilancia a través del uso de circuito cerrado de televisión (CCTV) está muy extendida y no deja de aumentar, constituyendo un elemento primordial en infinidad de espacios tanto públicos como privados para garantizar la seguridad y la prevención de delitos. Sin embargo, no están exentas de vulnerabilidades y cada vez son más susceptibles de ser objetivo de los hackers, con los riesgos que ello implica.
Así lo advierten desde ZenShield, arguyendo al considerable aumento de brechas de seguridad que se está produciendo en los sistemas de CCTV, según indican estudios recientes del ámbito de la ciberseguridad, como el realizado por Zscaler, y que están siendo explotadas por los ciberdelincuentes. Así, señalan que los sistemas de CCTV se están convirtiendo cada vez en herramientas de vigilancia invasiva utilizadas para fines maliciosos.
"Los datos contenidos en las grabaciones de CCTV pueden ser sensibles. Estas cámaras, diseñadas para satisfacer nuestras necesidades de seguridad, pueden volverse en nuestra contra si se convierten en cómplices a través del hacking", avisa Steffan Black, experto en tecnología de ZenShield.
Para obtener acceso no autorizado a los CCTV, los hackers tienen varias alternativas, como manipular firmwares obsoletos o aprovecharse de cifrados débiles. "Un método clásico implica el uso de malware o ataques de fuerza bruta para descifrar las credenciales de inicio de sesión del CCTV", subraya Steffan Black.
No solo se trata de una violación de la privacidad
Los impactos que causan estas intrusiones son amplios, avisan desde la compañía destacando estos tres:
1. Violación de la Privacidad: Las cámaras CCTV pueden capturar situaciones personales que sus protagonistas preferirían mantener en privado, pero los hackers explotan estas grabaciones sin escrúpulos.
2. Chantaje: El acceso ilegítimo a vídeos personales sensibles o relacionados con el negocio puede llevar a extorsiones y chantajes.
3. Robo de Identidad: Con suficiente material, los hackers pueden recopilar suficientes detalles para suplantar tu identidad o la de otra persona.
"Cuando las cámaras CCTV se ven comprometidas, también pueden servir como una puerta trasera a redes personales o corporativas. Los hackers pueden entonces acceder y robar datos confidenciales o interrumpir operaciones, llevando a pérdidas financieras y de reputación significativas", apunta Steffan Black.
Cómo combatir esta amenaza
Para protegerse ante esta amenaza, ZenShield recomienda a los usuarios:
- Actualizaciones Regulares: Mantén siempre actualizado el software y el firmware de las cámaras para evitar caer presa de exploits.
- Contraseñas Fuertes: Usa contraseñas complejas y cámbialas con frecuencia para prevenir ataques de fuerza bruta.
- Cifrado: Utiliza herramientas de cifrado efectivas para tus transmisiones. Esto no disuadirá a un hacker decidido, pero sin duda aumentará la dificultad de la acción.
- Instalación Profesional: Confía en servicios profesionales para la instalación, actualización y mantenimiento de las cámaras.
"Nuestros dispositivos deberían trabajar para protegernos, no para exponernos. Debemos asegurarnos de que no se conviertan en armas en manos de aquellos que pretenden hacer daño", remata Steffan Black.
Además, desde ZenShield subrayan que la comunidad tecnológica juega un papel crucial en la lucha contra esta amenaza, puesto que en su mano está proporcionar a los usuarios las herramientas y tácticas necesarias para defenderse ante este tipo de intrusiones,