Las cifras de fallecidos en incendios y explosiones durante 2023 son escalofriantes: 249. Supone un récord de mortalidad desde 2010. El 69,5% perdieron la vida en el hogar (173) y un 44% eran mayores de 64 años. Son datos del estudio Víctimas de incendios y explosiones en España 2023, elaborado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB).
Se han computado el año pasado 131.599 siniestros por incendio, de los que 28.312 fueron en edificaciones (aquí están incluidos todo tipo de inmuebles, ya sea residencial, terciario o de servicios), y, de entre estos últimos, 18.512 fueron en viviendas. Se registraron 50,72 incendios al día en vivienda, dato ligeramente superior al del año anterior, un 0,45% más.
Origen habitual de los fallecimientos por incendio
La causa más frecuente de muerte es la inhalación de humo (135 personas, el 78%), seguido de las quemaduras (19,1%), los traumatismos (1,2%) y otras lesiones (0,5%). El estudio señala que tres de cada cuatro personas fallecieron por un motivo que se podía haber evitado, simplemente con haber contado con un detector de humos.
Sobre el origen, el estudio expone que el principal motivo es el eléctrico, que provocó 35 muertes como factor desencadenante en un 55% de los casos. Braseros, estufas y otros productores de calor causaron 16 fallecimientos.
Los peligros de la noche
La noche, mientras se duerme, constituye la mayor amenaza, pues el humo inunda los pulmones y corta las vías respiratorias. Muchas veces ni siquiera llega la víctima a percatarse del incendio. El espacio del hogar donde se producen más fuegos mortales es el salón (48,8%), a continuación se sitúa el dormitorio (27,6%) y en tercer lugar, la cocina (10,6%).
La mortalidad está vinculada con el frío y la utilización de los sistemas de calefacción. Un total de 150 personas (60%) perdieron la vida en los intervalos de los meses más fríos del año (entre enero y marzo y entre octubre y diciembre), datos que indican los riesgos de los radiadores y calefactores en contacto con telas y material inflamable.
Mayor riesgo para los mayores de 64 años
La población que presenta mayor riesgo es la mayor de 64 años (49,1% de los muertos en viviendas). Esto se debe fundamentalmente por su menor capacidad física para mantenerse a salvo en un corto espacio de tiempo, la antigüedad de sus viviendas e instalaciones eléctricas y la soledad que padecen muchas personas mayores, cuyo riesgo se multiplica por tres en caso de que vivan solas. En cuanto a la distribución de las muertes por sexos, los hombres tienen un 59%, mientras que las mujeres representan el 41% de los casos.
Aunque pudiera pensarse que los bloques de edificios son más seguros que las viviendas unifamiliares por el hecho de vivir más cerca de nuestros vecinos, la realidad es que con los incendios sucede todo lo contrario. Cuantas más personas se hallen cerca del fuego, mayor es el número de personas en riesgo. Los bloques de edificios registraron el 68,1% de los incendios, frente al 38,2% de las viviendas unifamiliares.
Por comunidades autónomas, Cataluña encabeza la lista de mayor número de víctimas mortales por incendios, con 46 fallecidos; seguida de Andalucía, con 42; y la Comunidad Valenciana, con 37 muertes.
Los datos avalan que se deben tomar medidas urgentes. Junto a la necesidad de regulación de la obligatoriedad en la colocación de sistemas de detección de humo, desde la APTB proponen unas pautas sencillas como no sobrecargar las instalaciones eléctricas, sobre todo los enchufes, no descuidarse con velas, sartenes o planchas y no dejar chimeneas o estufas en combustión encendidas durante la noche.