La Inteligencia Artificial (IA) está ejerciendo un papel clave en la evolución y transformación de nuestra sociedad. Según los datos de IDC, el gasto de gobiernos y empresas en implementar soluciones tecnológicas de Inteligencia Artificial superará los 500.000 millones de euros en 2023.
Brad Smith, vicepresidente de Microsoft, señalaba recientemente que la Inteligencia Artificial y el 'machine learning' ya han alcanzado un nivel de desarrollo que se esperaba para dentro de diez años, proporcionando una capacidad revolucionaria para profundizar en conjuntos de datos enormes y encontrar respuestas donde antes sólo teníamos preguntas.
Precisamente, uno de los sectores donde la IA será el elemento clave para su transformación es el de la seguridad privada, del que este domingo, 21 de mayo, se ha celebrado por décimo año el día en que el rey Carlos I dio la primera norma de seguridad privada en España en 1518.
Según los expertos, en el ámbito de la seguridad aplicar la IA supone poder anticiparse y prevenir los delitos, además de permitir dar una respuesta más eficiente y rápida en caso de que estos se produzcan, lo que en materia de protección será una verdadera revolución.
Existen ya algunas innovaciones que apuntan a ello como por ejemplo la nueva plataforma tecnológica lanzada hace un año por Securitas Direct que, con su tecnología PreSense, integra dispositivos avanzados de detección, inteligencia artificial, big data, IoT y modelos predictivos para detectar antes y mejor las posibles intrusiones y situaciones de emergencia. Esta tecnología de última generación permite generar modelos de datos que se utilizan para predecir niveles de riesgo ante un salto de alarma. De esta forma, la compañía logra reducir los tiempos de detección y verificación, por primera vez en el mercado, a menos de 20 segundos.
Más allá de las alarmas, otro de los ámbitos en los que la IA está entrando de lleno en este sector es la vigilancia de zonas de alto riesgo. Aquellas cámaras de seguridad que están equipadas con esta tecnología son capaces de identificar patrones y comportamientos inusuales, alertando al personal de seguridad para que investigue más a fondo. Esta tecnología también aplica en la protección de los negocios ya que las cámaras de videovigilancia pueden alertar sobre los gestos sospechosos a la hora de quitar las alarmas, entre otras muchas aplicaciones.
Un ejemplo es la aplicación que actualmente tiene la Policía Nacional, que utiliza las imágenes que las cámaras toman en la calle para descubrir un crimen, ya que algunas de las cámaras están preparadas para analizar las imágenes y estudian el sexo, la estatura o los patrones de movimientos, una muestra del potencial que tiene esta tecnología.
Tecnologías puestas al servicio del ciudadano que permiten mejorar la eficacia y la eficiencia de los sistemas, contribuyendo a aumentar la seguridad de las personas y las propiedades protegidas y que todavía tienen muchas aplicaciones por explotar.